Domingo de Pascua

Núm. 150: Toda la Liturgia pascual está
penetrada de un sentido de novedad: es nueva la naturaleza, porque en el
hemisferio norte la pascua coincide con el despertar primaveral; son nuevos el
fuego y el agua; son nuevos los corazones de los cristianos, renovados por el
sacramento de la Penitencia
y, a ser posible, por los mismos sacramentos de la Iniciación cristiana;
es nueva, por decirlo de alguna manera, la Eucaristía: son signos
y realidades de la nueva condición de vida inaugurada por Cristo con su
Resurrección. Entre los ejercicios de piedad que se relacionan con la Pascua se cuentan las
tradicionales bendiciones de huevos, símbolos de vida, y la bendición de la
mesa familiar.
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