Números del Directorio Sobre la Piedad Popular y la Liturgia
Triduo pascual
Núm. 140: Todos los años, en el
sacratísimo triduo del crucificado, del sepultado y del resucitado, que se
celebra desde la Misa
vespertina del Jueves en la cena del Señor hasta las Vísperas del
Domingo de Resurrección, la
Iglesia celebra, los grandes misterios de la redención
humana.
Jueves Santo
Núm. 141: La piedad popular es
especialmente sensible a la adoración del Santísimo Sacramento, que sigue a la
celebración de la Misa
en la Cena del
Señor.
A causa de un proceso histórico, que
todavía no está del todo claro, el lugar de la reserva se ha considerado como
"santo sepulcro"; los fieles acudían para venerar a Jesús que después
del descendimiento de la Cruz
fue sepultado en la tumba.
Es preciso iluminar a los fieles
sobre el sentido de la reserva: realizada con austera solemnidad y ordenada
esencialmente a la conservación del Cuerpo del Señor, para la comunión de los
fieles en la Celebración
litúrgica del Viernes Santo y para el Viático de los enfermos, es una
invitación a la adoración, silenciosa y prolongada, del Sacramento admirable,
instituido en este día.
Por lo tanto, para el lugar de la
reserva hay que evitar el término "sepulcro" ("monumento"),
y en su disposición no se le debe dar la forma de una sepultura; el sagrario no
puede tener la forma de un sepulcro o urna funeraria: el Sacramento hay que
conservarlo en un sagrario cerrado, sin hacer la exposición con la custodia.
Después de la media noche del
Jueves Santo, la adoración se realiza sin solemnidad, pues ya ha comenzado el
día de la Pasión
del Señor.
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