miércoles, 12 de abril de 2017

PIEDAD POPULAR Y LITURGIA – II




Números del Directorio Sobre la Piedad Popular y la Liturgia

 
Triduo pascual
Núm. 140: Todos los años, en el sacratísimo triduo del crucificado, del sepultado y del resucitado, que se celebra desde la Misa vespertina del Jueves en la cena del Señor hasta las Vísperas del Domingo de Resurrección, la Iglesia celebra, los grandes misterios de la redención humana.

Jueves Santo
Núm. 141: La piedad popular es especialmente sensible a la adoración del Santísimo Sacramento, que sigue a la celebración de la Misa en la Cena del Señor.
A causa de un proceso histórico, que todavía no está del todo claro, el lugar de la reserva se ha considerado como "santo sepulcro"; los fieles acudían para venerar a Jesús que después del descendimiento de la Cruz fue sepultado en la tumba.
Es preciso iluminar a los fieles sobre el sentido de la reserva: realizada con austera solemnidad y ordenada esencialmente a la conservación del Cuerpo del Señor, para la comunión de los fieles en la Celebración litúrgica del Viernes Santo y para el Viático de los enfermos, es una invitación a la adoración, silenciosa y prolongada, del Sacramento admirable, instituido en este día.
Por lo tanto, para el lugar de la reserva hay que evitar el término "sepulcro" ("monumento"), y en su disposición no se le debe dar la forma de una sepultura; el sagrario no puede tener la forma de un sepulcro o urna funeraria: el Sacramento hay que conservarlo en un sagrario cerrado, sin hacer la exposición con la custodia.
Después de la media noche del Jueves Santo, la adoración se realiza sin solemnidad, pues ya ha comenzado el día de la Pasión del Señor. 


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