lunes, 27 de agosto de 2018

Más noticias sobre la tragedia que se vive en Kerala


Sorprende que en los Medios de comunicación no den noticias sobre la tragedia que están viviendo los habitantes de Kerala. Son muchos muertos, muchos damnificados y desgracias materiales, como para que esté pasando desapercibido para la gente en general. Nosotras nos vamos enterando por los familiares de las hermanas que están en nuestros conventos, o por algunas de ellas que están allí.
 
Sin decir nombres, ni conventos, para salvaguardar la intimidad, hacemos un resumen del último correo que hemos recibido con noticias. Es un testimonio duro, muy duro, pero no podemos cerrar los ojos ante lo que están sufriendo nuestros hermanos y hermanas:


Aquello sigue siendo desolador. Se cree que haya más de mil muertos. Un millón de personas damnificadas. 50.000 casas y tiendas destruidas, según los datos que ofrecen actualmente.

Muchas personas siguen todavía refugiadas en las iglesias y otros muchos centros. A los que están en los colegios les han dicho que en ocho días tienen que desalojarlos y buscarse otro sitio. La mayoría no tienen familias que los acojan y la situación es terrible. Bastante gente ante la desolada situación de quedarse en la calle se desesperan y se están suicidando.

Hay una gran colaboración y solidaridad, sin mirar las distintas religiones, en su mayoría cristianos. Frecuentemente se encuentran en las casas, familias enteras abrazados y muertos. Otros buscan desesperadamente a los hijos entre los cadáveres y ya no los encuentran.

Los que están en los centros de refugiados, están totalmente incomunicados entre los miembros de las misma familia. Ahora se temen las epidemias y casos de varicela que ya se están dando abundantemente.

El hospital es muy grande y había más de cien personas con roturas de brazos y piernas,  heridas en todo el cuerpo y unos dolores tremendos. (En la India tienen que ir a los médicos con el dinero por delante, de lo contrario no les atienden).

Seguimos dando gracias a Dios por no habernos visto nunca en esta triste situación y pidiéndole, siga ayudando y de fortaleza a todas las personas afectadas en especial a las familias de nuestras hermanas de la Federación, que son bastantes.
 

Por lo que sabemos hasta el momento, no hay que lamentar desgracias humanas entre los familiares de nuestras hermanas. Pero sí va a resultar larga la recuperación psicológica después de lo que están viviendo.



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