Sorprende que en los Medios de
comunicación no den noticias sobre la tragedia que están viviendo los
habitantes de Kerala. Son muchos muertos, muchos damnificados y desgracias
materiales, como para que esté pasando desapercibido para la gente en general. Nosotras
nos vamos enterando por los familiares de las hermanas que están en nuestros
conventos, o por algunas de ellas que están allí.
Sin decir nombres, ni conventos,
para salvaguardar la intimidad, hacemos un resumen del último correo que hemos
recibido con noticias. Es un testimonio duro, muy duro, pero no podemos cerrar
los ojos ante lo que están sufriendo nuestros hermanos y hermanas:
Aquello sigue siendo
desolador. Se cree que haya más de mil muertos. Un millón de personas
damnificadas. 50.000 casas y tiendas destruidas, según los datos que ofrecen
actualmente.
Muchas personas siguen
todavía refugiadas en las iglesias y otros muchos centros. A los que están en
los colegios les han dicho que en ocho días tienen que desalojarlos y buscarse
otro sitio. La mayoría no tienen familias que los acojan y la situación es
terrible. Bastante gente ante la desolada situación de quedarse en la calle se
desesperan y se están suicidando.
Hay una gran
colaboración y solidaridad, sin mirar las distintas religiones, en su mayoría
cristianos. Frecuentemente se encuentran en las casas, familias enteras
abrazados y muertos. Otros buscan desesperadamente a los hijos entre los
cadáveres y ya no los encuentran.
Los que están en los
centros de refugiados, están totalmente incomunicados entre los miembros de las
misma familia. Ahora se temen las epidemias y casos de varicela que ya se están
dando abundantemente.
El hospital es muy
grande y había más de cien personas con roturas de brazos y piernas,
heridas en todo el cuerpo y unos dolores tremendos. (En la India tienen que ir a los
médicos con el dinero por delante, de lo contrario no les atienden).
Seguimos dando gracias
a Dios por no habernos visto nunca en esta triste situación y pidiéndole, siga
ayudando y de fortaleza a todas las personas afectadas en especial a las
familias de nuestras hermanas de la Federación, que son bastantes.
Por lo que sabemos hasta el
momento, no hay que lamentar desgracias humanas entre los familiares de
nuestras hermanas. Pero sí va a resultar larga la recuperación psicológica
después de lo que están viviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminará automáticamente cualquier comentario ofensivo o inapropiado