El 27 de octubre de 1986, tuvo lugar la
primera celebración del Espíritu de Asís, En ese bello rincón de Italia se
congregaron por primera vez en la historia y por invitación del Papa Juan Pablo
II, los representantes de las diversas Iglesias, de las comunidades cristianas
y de las grandes religiones del mundo para hacer juntos un día de ayuno y
oración por la paz.
La elección de este lugar no fue
casualidad…
La figura humilde y alegre de San Francisco servía de motivo
inspirador por su sentido de fraternidad universal, por su búsqueda constante
de la paz, por su rechazo absoluto a la violencia de todo tipo.
Este acontecimiento, en palabras del
propio Papa Juan Pablo II, “marcó el
inicio de un nuevo modo de encontrarse entre creyentes de religiones diversas:
no en la contraposición recíproca, y mucho menos en el desprecio mutuo, sino
en la búsqueda de un diálogo constructivo en el que, sin caer en el relativismo
ni en el sincretismo, cada uno se abra a los demás con estima, siendo todos
conscientes de que Dios es la fuente de la paz”. Pues, se ha convertido en
un signo y camino común, una llamada… que
la humanidad está llamada a recorrer. O aprendemos a caminar juntos en paz y
armonía, o iremos a la deriv
a, destruyéndonos a nosotros mismos y a los demás.”
Desde entonces, la familia franciscana
llevamos años celebrando este día, para que siga siendo recordatorio constante
de nuestra propia razón de ser hermanos y hermanas que construyen fraternidad,
diálogo y paz en el mundo y para el mundo y todo ello lo hacen desde un
espíritu de no violencia.
Lema de este año: "Espíritu de Asís, espíritu de Noviolencia"
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