Los días 6 y 7 de junio, nuestra
provincia franciscana de la Inmaculada
Concepción acogió la visita de Fr. Michael Perry, Ministro
General y Fr. Antonio Scabio, Definidor General. La Basílica de San Francisco
el Grande, en Madrid, y el Santuario Nuestra Señora de Loreto, en Espartinas
(Sevilla), han sido los lugares escogidos para la celebración de estos gozosos
encuentros.
El primer encuentro se hizo en
Madrid. La jornada comenzó con el saludo del Ministro Provincial Fr. Juan Carlos Moya. Explicó el estado
actual de la Provincia,
que tiene una andadura de dos años y medio. y se prepara para su primer
capítulo a finales del mes de Noviembre. Tomó la palabra Mons.Fr. Carlos Amigo, que anima a seguir en
la misión con fuerzas renovadas y entusiasmo. El Ministro General, Fr. Michael Perry, da las gracias al
Gobierno de la Provincia
por su trabajo y dedicación en estos primeros tiempos que son, lógicamente, muy
difíciles. A continuación los hermanos celebraron la Eucaristía en la bella
Basílica. Para finalizar, se sirvió un ágape fraterno con tiempo para disfrutar
de los hermanos.
Al día siguiente, un grupo de
hermanos se dieron cita en el Convento de Loreto. El guardián, Fr. Joaquín Domínguez, hace una
presentación. A continuación Ministro Provincial Fr. Juan Carlos Moya
muestra de manera sucinta los datos de la Provincia y el itinerario en estos dos años y
medio tal como hizo el día anterior. Después Fr. Michael Perry, afirma que en el momento actual hay que
renovarse a nivel físico, mental y espiritual. La persona es más importante que
las estructuras. Hace un análisis de los signos actuales sobre la sociedad,
juventud e Iglesia invitando a que los hermanos apostemos por ser respuesta evangélica
ante este reto. Da la palabra a los postulantes para que sean ellos los que nos
den su visión del presente y futuro de la Provincia. A
continuación se establece un fecundo diálogo. Tras un receso, se procede a la
celebración de la
Eucaristía. El encuentro se corona con la comida fraterna. Da
la casualidad que el Ministro cumple 63 años. Por eso la comida acaba con una
tarta que degustan los hermanos, y los cantos propios para agasajarlo.
Fotos, abrazos, parabienes… y una
alegría grande por el encuentro entre los hermanos.
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