Convento de Santa Clara en San Ignacio de Velasco, Bolivia

En agosto de 1987 siguiendo el deseo de la Iglesia que, en el Decreto Ad Gentes del Vaticano II, invita a las órdenes contemplativas a fundar conventos en pleno campo de misión, siete hermanas Clarisas de siete Conventos de  la Federación Castellana partieron rumbo a Bolivia para implantar en el Vicariato de Chiquitos, hoy diócesis de San Ignacio de Loyola, y a instancias de su obispo, Monseñor Bonifacio Mardersbacher, un Convento de la Orden de Santa Clara.

El día 15 de marzo de 1987, en el trascurso de la primera visita que se realiza a San Ignacio para ver el terreno de la posible fundación, estando presente la presidenta de la Federación Castellana de Clarisas, M. Josefina Vilas, el P. Asistente, Fray Clodulfo Escobar y el P. Provincial de Castilla, Fray José Álvarez, Monseñor Bonifacio bendijo solemnemente la primera piedra del que sería Convento de Santa Clara en San Ignacio de Velasco. El 25 de mayo de 1987 la Sagrada Congregación concedió la erección canónica del nuevo Convento y el día 30 del mismo mes y año concede también la incorporación del Convento recién erigido a la Federación Castellana de Clarisas.

Las siete hermanas que voluntariamente se ofrecieron para la fundación llegaron a San Ignacio de Velasco el 19 de agosto de 1987. Ya en su nueva tierra, y por no estar terminado su Convento, fueron huéspedes durante casi cinco meses, de las franciscanas de Hallein hasta el día 19 de diciembre de 1987 que hicieron el solemne traslado procesional desde la catedral hasta el nuevo Convento, también solemnemente bendecido. Las hermanas pudieron celebrar ya en su casa la Navidad.


 Muy pronto la vida de las hermanas clarisas llamó la atención de la buena gente boliviana que, desde el principio, se sentía a gusto en la iglesia del Convento y comenzaron a llegar jóvenes vocacionadas, lo que, años más tarde, posibilitó la ayuda al Convento de Santa Clara de Sucre y la fundación del Convento de Puerto Suárez.

Las Clarisas son ya parte integrante y muy viva de la Iglesia en San Ignacio.

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