El Convento
de Santa Clara de Cuellar. Está situado al sur de la población en
dirección a Segovia. Es el más antiguo de los conventos de Cuéllar. No se tiene
constancia de la fecha de su fundación; aparece documentado por primera vez en 1244
bajo la advocación de Santa María Magdalena. Se
trataba de un beaterio de los muchos que jalonaban la España medieval.
Es tradición que el Santo Rey don Fernando,
envió a pedir a la gloriosa virgen Santa Clara alguna de sus hermanas para
fundar este Convento en la forma de vida que ella había instituido. Esta
fundación, que inició su andadura bajo la estela y norma de la Orden de San
Damián, se consolida con la bula dada por Inocencio IV el 27 de julio de 1249,
al ser el Convento sometido a la Orden franciscana bajo la jurisdicción de los
provinciales de Castilla.
La historia del Monasterio está ligada a la
Corona de Castilla a través de los privilegios que concedieron los monarcas
castellanos.
A pesar de ser una fundación medieval, en el
siglo XVI fue notablemente reconstruido por doña Ana de la Cueva, hija del
antiguo Duque de Alburquerque, quien en su testamento consiguió como lugar de
enterramiento, así como para su esposo y familiares, la iglesia conventual de
santa Clara que ella patrocinó.
La paz y silencio de que gozaban las
hermanas, se vio turbada por la llegada de los franceses a Cuéllar que, les
obligó a salir en 1808. Después sufrieron los efectos de la desamortización de
Mendizábal. Las leyes de exclaustración y desamortización ocasionaron que el
Convento fuera expropiado de todas sus posesiones y suprimido. Sacado a
subasta, fue adquirido por el duque de Alburquerque, el cual permitió el regreso
de la Comunidad que se había refugiado en el convento de La Concepción,
en 1879.
El edificio conventual presenta diferentes
estilos como fruto de las diferentes etapas constructivas por las que ha
pasado. Quedan restos de la construcción más antigua, junto con la iglesia
gótica, que presenta una fachada renacentista con nave de crucería. El claustro
es también renacentista, con escudos de los Cuevas, de los Girón y de la Casa
Ducal. El retablo mayor del templo es obra de Isaac de Juní, y está dedicado a
Santa Clara, titular del convento y de la Iglesia.
Después de los avatares de los siglos,
aún pervive en nuestros días una fundación que remonta sus orígenes a los
tiempos en que vivía Santa Clara, cuya Regla observan desde 1249.
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