Pocos años después, en 1545, la
Comunidad obtuvo un Breve del Papa Paulo IV que les concedía permiso para
trasladarse a la Ciudad de Ávila dado lo insano de la dehesa de Las Gordillas y
también que ése era un lugar de paso, con lo que se veían obligadas
continuamente a prestar el servicio de hospederas que les entorpecía su
dedicación al Señor.
La comunidad se traslada a
la ciudad de Ávila en 1552, «y se acomodaron en las casas que D. Diego del Aguila,
entretanto se iba fabricando el nuevo Monasterio». En ellas permanecieron
durante cinco años. El 25 de julio de 1557 tomaron posesión del nuevo edificio en
el barrio de San Roque.

Durante cuatro siglos vivió la comunidad en el convento del barrio de San
Roque. Sin embargo, poco a poco, iban empeorando sus condiciones de
habitabilidad, al tiempo que crecía el número de sus moradoras.
A partir del año 1967, y como consecuencia también de los
aires de reforma de la vida religiosa propiciados por el Concilio Vaticano II,
se comenzó a pensar en la conveniencia de vender el viejo inmueble y levantar
uno nuevo. Se adquirió para ello un terreno en las afueras de la ciudad, donde
se edificó el actual convento de corte moderno, austero y funcional, que fue
inaugurado el 24 de diciembre de 1971. Dos años más tarde, el 12 de octubre de
1973, era inaugurada y bendecida la iglesia.
El actual
Convento, dentro de su gran sencillez, se acomoda mejor a las necesidades
actuales de las hermanas las cuales se
esfuerzan en el corazón de esta ciudad de Ávila, por seguir siendo fermento de
vida y luz que fecundan la fe y la esperanza de los hombres y mujeres de hoy.
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